Dos modelos antagónicos pero complementarios
Ya lo decía Ignacio Ramonet, y es que la prensa escrita está en crisis. A la competencia ya surgida con la aparición del periódico digital se le suma ahora el inconveniente de la suscripción, lo que intensifica aún más la paulatina pérdida del público lector de diarios escritos.
Mediante la suscripción a un periódico digital, uno puede estar informado de todo lo que acontece en la actualidad informativa. Los abonados a este servicio pueden recibir noticias de última hora sin necesidad de estar conectado a un ordenador, ya que mediante previo pago la empresa informativa manda mensajes de texto a los móviles de los abonados o e-mails a su cuenta de correo. Además cualquier suscriptor a un periódico digital puede contar además con la ventaja de poder acceder a la hemeroteca del propio periódico, puede consultar noticias de ediciones anteriores, cosa que un cibernauta no abonado no puede hacer.
De esta forma, la consultora Júpiter Media Metrix realiza un estudio sobre el uso de los diarios de pago, y el resultado es muy revelador, ya que el 70% de los cibernautas renuncian al pago.
Según el último estudio realizado por el EGM, los diarios de pago han subido un 2,65% respecto a la anterior oleada , lo que equivaldría a 300 mil lectores. Los gratuitos han ganado en el mismo período igual número de lectores, lo que en su caso representa un aumento del 11,1%, tres veces más que los de pago.
El estancamiento de los diarios tradicionales se refleja en su difusión, que no crece al ritmo de la audiencia medida por el EGM. Sí lo hacen, y a buen ritmo, las visitas y las .páginas vistas en Internet.
Los lectores de diarios en la Red son ya el equivalente a más de un tercio de la difusión total de la prensa en España.
Lo que se pretende al cobrar la información, es sobre todo eliminar publicidad. El sistema gratis total está siendo arrinconado por la necesidad de buscar beneficios.
En España se está introduciendo lentamente, ya sea mediante medios electrónicos especializados, generalistas o con versión en Internet. El objetivo primordial es sobre todo ganar dinero lejos de la incertidumbre de una publicidad poco efectiva. Esto es lo que le ha pasado al Grupo Prisa, ha visto perder importantes cantidades de dinero con los diarios digitales, lo contrario que con los escritos.
Tarde o temprano se impondrá el fin al "todo gratis" si se quiere lograr la viabilidad de los medios en Internet. Por lo tanto se impondrá como modelo predominante la coexistencia de contenidos de pagos y gratuitos en las webs de información general. Los contenidos gratis serán los referentes a la información del día y su correspondiente actualización.
Al contrario que al caso del grupo PRISA, a Le Monde Diplomatique, ha experimentado un cambio sin precedentes al ver como su edición digital de pago le permitiría vivir de sus suscripciones pudiendo en su día prescindir de la publicidad.
Lo ideal sería una convivencia de ambos sistemas, ya que por un lado se podría llegar a reducir considerablemente la publicidad y se podría también acceder a una prensa de mayor calidad, en la que al ser por otra parte gratuita gozaría de la visita de un mayor número de personas, entre ellas la de los jóvenes.
Mediante la suscripción a un periódico digital, uno puede estar informado de todo lo que acontece en la actualidad informativa. Los abonados a este servicio pueden recibir noticias de última hora sin necesidad de estar conectado a un ordenador, ya que mediante previo pago la empresa informativa manda mensajes de texto a los móviles de los abonados o e-mails a su cuenta de correo. Además cualquier suscriptor a un periódico digital puede contar además con la ventaja de poder acceder a la hemeroteca del propio periódico, puede consultar noticias de ediciones anteriores, cosa que un cibernauta no abonado no puede hacer.
De esta forma, la consultora Júpiter Media Metrix realiza un estudio sobre el uso de los diarios de pago, y el resultado es muy revelador, ya que el 70% de los cibernautas renuncian al pago.
Según el último estudio realizado por el EGM, los diarios de pago han subido un 2,65% respecto a la anterior oleada , lo que equivaldría a 300 mil lectores. Los gratuitos han ganado en el mismo período igual número de lectores, lo que en su caso representa un aumento del 11,1%, tres veces más que los de pago.
El estancamiento de los diarios tradicionales se refleja en su difusión, que no crece al ritmo de la audiencia medida por el EGM. Sí lo hacen, y a buen ritmo, las visitas y las .páginas vistas en Internet.
Los lectores de diarios en la Red son ya el equivalente a más de un tercio de la difusión total de la prensa en España.
Lo que se pretende al cobrar la información, es sobre todo eliminar publicidad. El sistema gratis total está siendo arrinconado por la necesidad de buscar beneficios.
En España se está introduciendo lentamente, ya sea mediante medios electrónicos especializados, generalistas o con versión en Internet. El objetivo primordial es sobre todo ganar dinero lejos de la incertidumbre de una publicidad poco efectiva. Esto es lo que le ha pasado al Grupo Prisa, ha visto perder importantes cantidades de dinero con los diarios digitales, lo contrario que con los escritos.
Tarde o temprano se impondrá el fin al "todo gratis" si se quiere lograr la viabilidad de los medios en Internet. Por lo tanto se impondrá como modelo predominante la coexistencia de contenidos de pagos y gratuitos en las webs de información general. Los contenidos gratis serán los referentes a la información del día y su correspondiente actualización.
Al contrario que al caso del grupo PRISA, a Le Monde Diplomatique, ha experimentado un cambio sin precedentes al ver como su edición digital de pago le permitiría vivir de sus suscripciones pudiendo en su día prescindir de la publicidad.
Lo ideal sería una convivencia de ambos sistemas, ya que por un lado se podría llegar a reducir considerablemente la publicidad y se podría también acceder a una prensa de mayor calidad, en la que al ser por otra parte gratuita gozaría de la visita de un mayor número de personas, entre ellas la de los jóvenes.
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